Cómo empezó todo
Aunque no era la primera vez que se reveló el interés de Augusta por diseñar vestimenta, la historia de Asarti comienza cuando ella recibe algunos ovillos de lana de alpaca de su esposo holandés, Jaap. Fascinados por este noble material y por el telado y tejido tradicional de la cultura de Bolivia, ambos decidieron experimentar con esta extraordinaria tradición trayéndola al mercado. Desde el principio la aventura consistía en preservar y mantener los valores y la colorida cultura de las comunidades locales. Las primeras prendas eran diseñadas por la misma Augusta y hechas a través de la cooperación de algunas de las mujeres del área. Con la ayuda de algunos contactos de Jaap estas prendas únicas llegaron a Inglaterra, donde fueron recibidas con mucho entusiasmo.
La idea de la pareja boliviano holandesa apareció para alcanzar mucho más de lo que habían imaginado. El proyecto se llamó Asarti: Asociación de Artesanos de Tiquipaya en referencia al pueblo donde el taller se estableció en 1983, en las afueras de Cochabamba, en el corazón de Bolivia. Tiquipaya es un pueblito pintoresco conocido por su afluencia floral.
En el 2008 dos de las hijas de los fundadores, Tania y Nicole, introdujeron su capacitación profesional en el negocio. Ambas habían estudiado en Amsterdam, arte y moda respectivamente, y decidieron dedicar a Asarti su conocimiento adquirido. Es así como Asarti todavía crece gracias a una extraordinaria combinación de la rica cultura boliviana y la creatividad profesional contemporánea.